martes, 28 de abril de 2009

NUEVOS CRÍMENES II: LA HIPNOSIS


Hace dos semanas, un individuo llamó por teléfono a la joyería Seres, sita en el lujoso mercado de Bandra West, en la ciudad de Bobay, interesándose por unas joyas y pidió que se las llevaran a un hotel cercano, con la finalidad de examinarlas. El propietario de la joyería, la cual llevaba poco tiempo abierta, autorizó la salida de la alhajas, ya que pensaba que existían posibilidades de que las mismas fueran vendidas y envió a una dependienta con ellas. Al llegar al hotel el individuo actúo como si fuera el propietario y le pidió a la dependienta que le detallara por escrito las características de las piezas; ese momento fue utilizado por el ladrón para hipnotizar a la dependienta y huir con el botín, valorado en 120.000 €.

Publicado por el diario Daily News and Analysis.

El mes pasado en Italia una cajera de un supermercado en Italia, se sorprendió cuando le faltaba dinero de la caja; pero luego la cajera recordó que un cliente le dijo antes de que le cobrara “mírame a los ojos”, no recordando nada más, a partir de ese momento. Los responsables del establecimiento sospecharon de que la cajera podría haberse quedado dinero hasta que revisaron la cinta del vídeo de seguridad y pudieron ver como una persona de aspecto similar a Sadam Hussein (podría ser indio o del norte de África) dejaba hipnotizada a la cajera y aprovechaba el momento para sustraer 600 €.

Publicado en Daily Mail.

lunes, 27 de abril de 2009

HACER ALGO QUE NOS GUSTA

Hoy, después de unos meses, he dejado la academia de dibujo; la verdad es que algo dentro de mi me ha impulsado a hacerlo, no sé todavía el motivo; supongo que estoy en una etapa de cambios. Es curioso porque el motivo no es que me haya cansado de dibujar, ni de que no me gusten las clases; quizá sea que barrunto que se acerca el buen tiempo y me apetece más hacer deporte, pasear y cosas así, como sentarme tranquilamente en un banco y abocetar lo que me apetezca.
De todas formas, no me arrepiento de haberlo intentado, no descarto volver a la academia, no es que esperara descubrirme como un genio, tampoco esperaba aprender en dos días, pero he aprendido muchas cosas.
Lo primero que he aprendido es que, la técnica y la constancia hacen posibles cosas muy difíciles; en mi caso, mi profesor no paso de decirme “tienes buen ojo” y me ha corregido casi todos los dibujos que he realizado; pero, en las clases y en casa, ya que me llevaba deberes, poco a poco he ido haciendo figuras más complejas, hasta que las laminas de Emilio Freixas (laminas de escuelas de dibujo) formaron parte cotidiana de mi vida, algunos de mis dibujos me empezaron a gustar, me parecía increíble que fueran míos.
Lo segundo, es disfrutar observando las cosas sencillas y aprender a apreciar los colores y las formas de las personas, los animales, las cosas ... Es curioso ver el juego de colores que hace una toalla azul en un baño; es azul pero el volumen, la luz, los brillos, hacen que en cada momento sea especial, se reproducen multitud de tonalidades y claroscuros. Es difícil pintarla bien.
Lo tercero es que, aunque todavía no he llegado a entender la mayoría de los cuadros abstractos; disfruto mucho mas viendo exposiciones, descubriendo aspectos en los lienzos que antes me pasaban totalmente inadvertidos; acercándome al cuadro para poder observar la pincelada, los trazos, la frescura de los rostros, las miradas o el movimiento de las figuras.
Lo cuarto, supone descubrir un camino; un largo camino que supone el aprendizaje de una técnica, de un arte en este caso; es un camino largo, con muchas etapas diferentes y sin fin. Esto último es lo mejor de todo; así he descubierto a un buen compañero de viaje.
Y lo último, es descubrir lo importante de lo amateur; no es necesario ser Dalí, Goya, El Greco, Van Goth o Toulouse Lautrec; es suficiente con ser nosotros mismos para disfrutar del dibujo y la pintura, para sacar el arte que toda persona lleva dentro o para sentir el placer de aprender algo que nos gusta.

miércoles, 22 de abril de 2009

NUEVOS CRÍMENES I : EL BESO DEL SUEÑO

En una noche de mayo de 2004, Beatriz (es un nombre supuesto) salió de fiesta por una conocida zona de marcha de Barcelona, tomó una copa y como consecuencia comenzó a marearse hasta que finalmente perdió el sentido. Una hora más tarde, la sacaban de los baños medio desnuda, llena de golpes y con los pantalones ensangrentados. Cuando le preguntaron por lo ocurrido no recordaba absolutamente nada.

Se conocía que este tipo de hechos delictivos, consistentes en que un desconocido echaba un líquido en una bebida de una mujer con la finalidad de hacerle perder el sentido y así poder violarla sin que oponga resistencia y sin correr el riesgo de ser denunciado, era un método criminal utilizado en zonas turísticas, especialmente en el Caribe; pero, en este tipo de delitos se están empezando a cometer en el primer mundo, se cuentan por cientos las denuncias en países como Francia, Alemania, Reino Unido o EEUU ... y en nuestro país se empiezan a detectar bastantes casos, especialmente en Madrid, Barcelona y Valencia.

Las sustancias utilizadas para cometer estos delitos son conocidas como “rape drugs”, algunas son las siguientes:


El "beso del sueño" se trata de Rohypnol u otras sustancias narcóticas que utilizaban las prostitutas, en los años 80 y 90, para dormir al cliente y así poder robarle.



Escopolamina, o burundanga (en Sudamérica), este hipnótico se extrae de una flor que ya se utilizaba en las culturas precolombinas. Absorbida por la piel o mezclada con la bebida o los alimentos, puede llegar a suprimir totalmente la voluntad de la víctima en apenas unos minutos. En dosis altas puede provocar estados de coma e incluso la muerte.


GHB o éxtasis liquido es un anestésico depresor que se vende bajo la falsa denominación de éxtasis líquido, cuando nada tiene que ver con el éxtasis (un psicoestimulante). Líquido incoloro, inodoro e insípido que se ha puesto de moda en las noches de fiesta pero que a dosis altas puede provocar estados de coma reversibles.




Por favor difunde este escrito si conoces a jóvenes que pudieran encontrase en situación de riesgo.

lunes, 20 de abril de 2009

NOTICIA FÁCIL

Pensaba, en hacer un artículo sobre el episodio que esta semana ha protagonizado nuestro Fiscal General y nuestra Policía Nacional; pero, la verdad es que el asunto me parece un tanto patético; se trata de un caso concreto y ni mucho menos de un conflicto generalizado, las policías de este país (incluida la Policía Nacional) colaboran y cumplen con normalidad las ordenes tanto de jueces como con los fiscales, existiendo conflictos como los hay en todos sitios, como los que podría tener una empresa con sus proveedores; pero no existe ni mucho menos un enfrentamiento generalizado. Los policías se juegan la vida en la calle cazando delincuentes y haciendo arriesgadas operaciones, vienen con la caza al juzgado de instrucción, los fiscales y en algunas ocasiones las acusaciones privadas ejercitan la acción penal y otros jueces diferentes a los instructores los condenan o los absuelven. Dentro de las personas que forman esta cadena de la Justicia Española, puede haber casos aislados de mal funcionamiento o de corrupción, pero la mayoría de estas personas hacen bien su trabajo y cumplen con sus funciones con dedicación y esmero; por lo que no se merecen esta mala imagen que están dando los periódicos de ellos.
Los ciudadanos que ven diariamente como salen errores judiciales, enfrentamientos entre jueces y fiscales, abogados que se querellan contra jueces, policía que no hace caso a la Fiscalía; no cabe duda que todos estos sucesos son noticia, son noticia rápida y segura, dan carnaza a las tertulias; cada vez se parece más a la prensa rosa, se busca lo impactante y cuanto más simple sea la información mejor, porque la gente la mayoría de las veces no profundiza se queda con la imagen, con la contestación graciosa u ocurrente, con la mirada, rara vez profundizan para analizar realmente lo que ha pasado, el porqué. Todo ello suponen hachazos a los pilares básicos del Estado, los ciudadanos cada vez ven más vulnerables a las instituciones, les pierden el respeto, pero bueno el respeto es algo que tristemente está desapareciendo en nuestra sociedad.

viernes, 17 de abril de 2009

¿SE PUEDEN DAR DOS BOFETADAS A UN HIJO SI ÉSTE SE PORTA MAL?

LA MADRE QUE PEGÓ A SU HIJO

El Consejo de Ministros ha concedido el indulto a una madre condenada a 67 días de cárcel y a la prohibición de acercarse a su hijo de 12 años en un año y 67 días por darle un bofetón y agarrarlo del cuello. La medida, referida al alejamiento, se concedió en el último Consejo de Ministros y fue comunicada ayer por telegrama a la Audiencia Provincial de Jaén.
Gracias al indulto la mujer no deberá cumplir la pena de alejamiento con la condición de que en los próximos dos años no cometa ningún otro delito. Tampoco deberá entrar en la cárcel ya que carece de antecedentes penales y la pena es inferior a dos años.
El abogado de la madre, Ignacio Amor, que ha asegurado que el indulto es "lo que se esperaba" después de que la Audiencia Provincial lo apoyase, ha calificado la primera condena a la madre como "rarísima" y espera que todo este proceso "dé lugar a que se modifique la ley".
La Audiencia Provincial de Jaén recogía la petición de un indulto parcial en una sentencia del mes enero en la que aumentaba la pena impuesta a la madre tras producirse un error material de la primera sentencia emitida por el juzgado número 3 de lo Penal de Jaén.
En la primera sentencia la madre había sido condenada a 45 días de prisión y a un año y 45 días de alejamiento, pena que fue elevada al no haberse tenido en cuenta que los hechos habían ocurrido dentro del domicilio familiar.
Según las sentencias, estaba acreditado que la madre "cometió un acto de agresión contra su hijo al cogerlo del cuello para levantarlo del suelo y darle un tortazo en la cabeza", y se cumplían "todos los requisitos del maltrato, aun cuando hubiese sido la única agresión cometida", ya que el niño se golpeó la cabeza contra el lavabo y sangró por la nariz.
Los hechos tuvieron lugar en Pozo Alcón (Jaén), en una discusión que comenzó tras regañar la acusada a su hijo por no haber hecho los deberes.
La sentencia también reconocía que el niño tenía un carácter "difícil" y era "desobediente" en el colegio, lo que era motivo de nerviosismo para la madre”
. Elpaís.com 14-4-2.009

¿SE PUEDEN DAR DOS BOFETADAS A UN HIJO SI ÉSTE SE PORTA MAL?

En el presente artículo y en el anterior escrito por Pérez-Reverte, hacen referencia a unos hechos que han tenido bastante trascendencia pública, no voy a ser tan osado de valorar los mismos, sobre todo porque no he visto el expediente y por ello lo más lógico es callar; pero a tales efectos se ha de tener en cuanta que el derecho de corrección de los padres respecto de los hijos que contempla el artículo 154 del Código Civil es en realidad una manifestación de su deber y función de educación que debe ser usado siempre "razonable y moderadamente"; y cuando se trata de acciones educativas que atentan contra bienes jurídicos del menor, es indudable que su justificación en derecho sólo puede encontrarse en un ejercicio legítimo de ese deber o cargo, conforme al artículo 20.7 del Código Penal; ese ejercicio legítimo requiere inexcusablemente que la vulneración del bien jurídico de que se trate sea objetiva y abstractamente necesaria, y que además resulte proporcional en relación a la situación; sólo cuando concurren ambos presupuestos puede afirmarse una exención de responsabilidad penal, que sólo será parcial, con efectos de atenuante, en los casos en que habiendo una necesidad objetiva y abstracta de vulneración del bien jurídico del menor, falte la debida proporcionalidad, es decir, se haya producido un mero exceso.
Ahora bien, en el derecho de corrección que tienen los padres y tutores sobre los hijos menores de edad no emancipados y los pupilos (art. 154 y 268 del Código Civil), la existencia del ánimo o voluntad de corregir, como elemento subjetivo de la causa de justificación no puede faltar en ningún caso, por lo que si el derecho de corrección aparece necesario y adecuado, el exceso en el mismo puede originar la eximente incompleta, a salvo que el exceso sea muy grave.
Por faltar el ánimus corrigendi no podrá aplicarse la eximente incompleta ni la completa en los supuestos de ejercicio habitual y con cualquier fin de violencia física sobre hijos menores de edad sometidos a la patria potestad o pupilos, pues en estos casos no puede entenderse que los castigos persigan un fin correccional. En este sentido SAP de Vizcaya 555/07 de 27 de noviembre.

Por lo que, tales bofetadas han de ser practicadas por los padres que se estén encargando de la educación de sus hijos, con un fin corregir al hijo en su conducta, siempre que la medida sea justificada por su necesidad y proporcionalidad respecto a los hechos que la motivaron. Pero, sería delictiva una conducta consistente en propinar una fuerte paliza al hijo aunque éste anteriormente se hubiera portado mal, porque esta conducta sería desproporcionada o el golpear al hijo sin que hubiera un ánimo de corregirle porque esto sería inoportuno; sin embargo, ningún delito se les imputará a los padres si propinan un bofetón a su hijo porque se muestra rebelde y no encuentran otra forma mejor para corregirle.

ESAS MADRES PERVERSAS Y CRUELES

No tiene nada que ver con que este domingo sea día de los Inocentes. En absoluto. Ni con los niños degollados, ni con las bromas tradicionales hechas al prójimo incauto. El caso es real como la vida misma –la vida española misma, maticemos– y sale en los periódicos: madre condenada a cuarenta y cinco días de cárcel y a un año de alejamiento de su hijo de diez años, porque hace dos, en el curso de una refriega doméstica, le dio una colleja al enano, con tan mala suerte que éste se dio contra el lavabo y sangró por la nariz. Y claro. En este faro ético de Occidente donde moramos, tan salvaje agresión doméstica no podía quedar sin castigo. El hecho de que hayan pasado dos años desde entonces, y de que el menor fuese un poquito gamberro y desobediente, se negara a hacer los deberes y acabara de tirar a su madre una zapatilla, corriendo a encerrarse a continuación en el cuarto de baño, de donde no quería salir, no fue considerado atenuante por la dura Lex sed Lex. Tampoco se tuvo en cuenta que se trataba de un incidente aislado, y no de malos tratos habituales; ni el hecho obvio de que, en un pueblo pequeño como es el de esa familia, una orden de alejamiento supone que uno de los dos, madre o hijo, debe hacer las maletas y largarse del pueblo.

Pero no importa, oigan. Estoy con la juez que entendió el asunto: no hay atenuante que valga. Es más: tengo la certeza moral de que a ustedes, como a mí –siempre de parte de la ley y el orden–, la de esta cruel madre torturadora les parece sentencia justa y ejemplar. Como bien ha argumentado no sé qué asociación de derechos infantiles, «a los niños no se les pega». Y punto. Así de simple. Y menos en estos tiempos, cuando tan fácil es sentarse a dialogar con ellos a cualquier edad y afearles su conducta con argumentos de peso intelectual. A ver qué le habría costado a esa madre pagar a un cerrajero para que abriese la puerta del cuarto de baño y después, mirando muy fijamente a su hijo de diez años a los ojos, decirle: «Hijo mío, ya dijeron Sócrates y San Agustín que a las madres no se les tiran zapatillas. De seguir así, el día de mañana la sociedad te expulsará de su seno. Así que tú mismo. Atente a las consecuencias».

En mi opinión, la Justicia se queda corta. Una madre capaz de perder el control de esa manera brutal e inexplicable debería ser castigada con más contundencia. Y no con una pena mayor, como solicitaba la fiscalía –la juez fue clemente, después de todo, quizá por solidaridad de género y génera–, sino con medidas drásticas e implacables. Porque, so pretexto de no haber antecedentes penales ni constancia de malos tratos anteriores, la madre se ha ido de rositas. Asquerosamente impune, o casi. Y si de mí dependiera, esa delincuente sin escrúpulos ni conciencia habría ingresado inmediatamente en prisión para comerse cinco años de talego, por lo menos. O más. Y cuando saliera –aunque procuraría aplicarle la doctrina Parot para impedirlo–, le calzaría una pulsera con Gepeese y una orden de alejamiento, no del hijo y de su pueblo, sino de España. Al puto exilio. Por perra. Y por supuesto, le retiraría la custodia del niño y se lo daría a alguna familia modélica, como por ejemplo a los Albertos. Para que aprenda.

Pero no hay mal que por bien no venga, oigan. Todo esto me ha dado una idea. De pequeño me sacudieron las mías y las del pulpo; y va siendo hora, creo, de que los culpables de aquel infierno paguen lo que hicieron. Yo también exijo justicia. Mi padre, sin ir más lejos, me dio una vez cuatro bofetadas que hoy le habrían costado, por lo menos, un destierro a Ceuta. Y mi madre, hasta que tuve edad suficiente para inmovilizarla con hábiles llaves de judo, no vean cómo nos puso con la zapatilla, durante años atroces, a mi hermano y a mí. Guapos, nos puso. Por no hablar de los Maristas, donde el hermano Severiano nos torturaba bestialmente dándonos capones en clase, y donde el Poteras –a quien Dios haya perdonado–, cada vez que le pegábamos fuego a una papelera o escribíamos El Poteras es un cabrón en la pizarra, nos aplicaba la intolerable violencia de endiñarnos con el puntero y la chasca sin respeto por nuestros derechos humanos. Como en Guantánamo. Y así ha salido mi generación, perdida. De trauma en trauma. Por eso va siendo hora de que los culpables rindan cuentas a la Justicia. Memoria histórica para el nene y la nena. Barra libre. Así que voy a pedirle al juez Garzón que abra una causa general que los ponga firmes a todos. Que encierre en la cárcel a los que sigan vivos, que alguno queda –tiembla, Severiano–, y desentierre a los otros para escupir sobre sus huesos. A mi padre, por ejemplo, ya no lo pillan. Lástima. Pero mi madre sigue ahí, tan campante. Sus ochenta y cuatro años no tienen por qué ponerla a salvo de su cruel salvajismo de antaño. En esta España, líder moral de Occidente, lo de la zapatilla no puede quedar impune. O sea. Más vale tarde que nunca.


Publicado en XL Semanal nº 1.105 el 28 de diciembre de 2.008

sábado, 11 de abril de 2009

CONFIDENTE E INTERVENCIONES TELEFÓNICAS

Los confidentes son personas utilizadas por la policía para el descubrimiento del delito, desde luego nadie puede llegar a ser condenado por este tipo de informaciones, salvo que sean corroboradas por otro tipo de pruebas; pero, ¿ puede servir el testimonio emanado de un confidente para justificar una actuación instructora limitadora de derechos fundamentales (intervención telefónica o entrada y registro en domiilio?

La STS 1047/2007, 17 de diciembre , recuerda que la mención a los confidentes requiere ser aclarada y precisada, debiéndose consignar -como ya hicieran otras sentencias como la STS 1149/1997, 26 de septiembre - que en la fase preliminar de sus investigaciones, la Policía utiliza múltiples fuentes de información: la colaboración ciudadana, sus propias investigaciones e, incluso, datos suministrados por colaboradores o confidentes policiales. Reconociendo que la doctrina jurisprudencial del T.E.D.H. ha admitido la legalidad de la utilización de estas fuentes confidenciales de información, siempre que se utilicen exclusivamente como medios de investigación y no tengan acceso al proceso como prueba de cargo (sentencia Kostovski , de 20 de noviembre de 1989, sentencia Windisch , de 27 de septiembre de 1990 ).
Habría, sin embargo, que establecer una limitación adicional. En efecto no basta con excluir la utilización de la "confidencia" como prueba de cargo para garantizar una adecuada tutela de los derechos fundamentales. Es necesario excluirla también como indicio directo y único para la adopción de medidas restrictivas de los derechos fundamentales. Ha de recordarse que la confidencia puede ocultar un ánimo de venganza, autoexculpación, beneficio personal, etc, así como el antiguo brocardo de que "quien oculta su rostro para acusar, también es capaz de ocultar la verdad en lo que acusa". Es por ello por lo que la mera referencia a informaciones "confidenciales" no puede servir de fundamento único a una solicitud de medidas limitadoras de derechos fundamentales (entradas y registros, intervenciones telefónicas, detenciones, etc.) y, en consecuencia, a decisiones judiciales que adoptan dichas medidas, salvo supuestos excepcionalísimos de estado de necesidad. (peligro inminente y grave para la vida de una persona secuestrada, por ejemplo). La supuesta información debe dar lugar a gestiones policiales para comprobar su veracidad, y sólo si se confirma por otros medios menos dudosos, pueden entonces solicitarse las referidas medidas.

En la misma línea, la STS 611/2001, 10 de abril , declaraba que es lícito que la Policía utilice fuentes confidenciales de información, siempre que no tengan acceso al proceso como prueba de cargo. En esos momentos iniciales de la investigación es natural que la Policía no aporte la identificación de esas fuentes para que mantengan su carácter confidencial. La noticia confidencial, sin embargo y con carácter oficial, no es suficiente para justificar, por sí sola y como único indicio, la restricción de derechos fundamentales. En este sentido también se pronuncia la STS 357/1999, 4 marzo.

Y, finalmente, en la misma línea la STS 231/09 de 5 de marzo, en la que se manifiesta que una vez recibidas las noticias confidenciales, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad deberán establecer los servicios precisos con el fin de practicar las gestiones necesarias para confirmarlas mínimamente, con el objeto de aportar al Juzgado de Instrucción, al solicitar la entrada y registro, algo más que la mera noticia confidencial. Cuando menos, una mínima confirmación después de una investigación.

domingo, 5 de abril de 2009

ALFONSO DE PORTAGO: PILOTO DE FERRARI


En el cine abundan películas que realmente son nuevas versiones de la misma historia; a veces me pregunto cuantas películas hay sobre la sensacional obra de Dumas Los Tres Mosqueteros, sobre el hundimiento del Titanic, sobre el intento del asesinato de Hitler por el coronel Stauffenberg, sobre los 007 o sobre Drácula; en otras ocasiones repiten continuamente secuelas cuando la película ha funcionado en taquilla, los Superman, los Batman, los Rocky, los Bourne. Continuamente los cineastas repiten historias, nos cuentan casi lo mismo con nuevos puntos de vista, muchas veces con más medios; unas veces consiguen una obra maestra, otras veces intentan conseguir la recaudación esperada; repiten lo que ha gustado a la gente, así ya se aseguran de cierta manera parte del camino para que su película sea un éxito. A continuación cuento una historia real que quizá les pueda servir de inspiración.

El otro día me dirigía por motivos de trabajo a Mallorca y se me ocurrió coger una de estas revistas del avión, en ella leí un artículo, que aunque no muy extenso, despertó intensamente mi curiosidad. El artículo trataba sobre la vida de un joven aristócrata español que conducía para Ferrari en los años 50; que corrió contra los grandes pilotos de carreras de su época, entre los ellos el británico Stirling Moss y en el argentino Juan Manuel Fangio, considerado este último por muchos expertos como el mejor piloto de la historia de la F 1 (algo así como lo que sería Di Stéfano en fútbol); y, que murió trágicamente disputando la emblemática Mille Miglia.


Se llamaba Alfonso Antonio Vicente Eduardo Angel Blas Francisco de Borja Cabeza de Vaca y Leighton Carvajal y Are, XVII Marqués de Portago, XIII Conde de la Mejorada y Grande de España, más conocido por su título de marqués de Portago o simplemente como ‘Fon’ de Portago (nacido el 11 de octubre de 1928 en Londres - fallecido el 12 de mayo de 1957 en Guidizzolo, provincia de Mantova (Italia) disputando la Mille Miglia) Su abuelo fue ministro de obras públicas y alcalde de la villa de Madrid, su padre fue un héroe en la guerra civil española, deportista, incluso actor y amigo personal de Alfonso XIII, tanto es así que el propio rey fue padrino de bautismo de Alfonso.




Alfonso no tenía la necesidad de trabajar y buscó en el deporte el autentico sentido de su vida, practicando diversos deportes tenis, golf, bobsleigh (junto con su primo Vicente Sartorius, quedó cuarto en los juegos olimpicos de invierno del 56 y tercero en el mundial del 57), polo, esgrima, boxeo, carreras de caballos (llegó a ser un gran jockey, fue campeón de Francia amateur en tres ocasiones y participo en dos ocasiones en el Gran National de Aintree). También era pilotó de aviones e hizo proezas, en una ocasión tras apostar 500 dólares consiguió pasar su avioneta por debajo del puente de Londres.


En 1.953, uno de sus amigos norteamericanos, Edmund Nelson, le introdujo en el automovilismo; posteriormente conoció a Luigi Chinetti, importador de Ferrari para los Estados Unidos, el cual le propuso correr con él la Panamericana de México del 53, a pesar de que Alfonso no condujo un solo kilómetro le encantó la experiencia y a partir de ese momento las carreras de coches fueron su pasión. Su paso siguiente fue comprar un Ferrari Sport de 3 litros y se inscribió en los 1.000 kilómetros de Argentina del 54, carrera en la que termina segundo gracias a que la mayor parte del trayecto condujo su compañero Harry Shell; sin embargo y a pesar del buen resultado Alfonso se da cuenta de que no sabe conducir a este nivel; vende el Ferrari compra un Maseratti de 2 litros y decide aprender, progresando rápidamente, hasta el punto de que ese mismo año gana el Gran Premio de Metz del 54.



Alfonso siguió corriendo sin formar parte del equipo oficial de Ferrari, intercalando grandes intervenciones con varios accidentes no muy graves; Enzo Ferrari, Il Comendatore, después de rechazarlo en varias ocasiones, en el año 1.956 le invita a formar parte del equipo oficial, junto al gran Fangio, accediendo así a participar en los grandes premios.


Alfonso era alto, guapo, tenía fama de seductor y de playboy (tuvo romances sonados con mujeres famosas de la época, entre ellas con la actriz Linda Christian o la modelo Dorian Leigh) a pesar de estar casado con una mujer noteamericana (la misma nacionalidad que su madre), llevaba el pelo más bien largo, lucía barba de dos días, fumaba, vestía un tanto desaliñado, era habitual verle vistiendo una cazadora de cuero negro, pese a ello, al oírle hablar, se le notaban sus orígenes aristocráticos, en ocasiones tuvo peleas por defender a damas (en una ocasión un vehículo paso a juicio de Alfonso muy cerca del pie de su guapa acompañante, Alfonso le tiró un cigarrillo encendido al conductor el cual bajo del vehículo y terminaron peleándose; la trifulca terminó en los tribunales dónde Alfonso se defendió a si mismo), en su última carrera camino de Brescia paró en Roma dónde pudo estar unos instantes con Linda Christian que le despidió con un beso, en su funeral coincidieron ésta junto a su viuda. Como piloto era agresivo, arriesgado, rápido y, aunque a veces cometía errores, daba espectáculo; hasta el punto que llego a ser apodado “el piloto loco”, tras salirse de la pista en Nürburgring 56 (GP de Alemania) después de haber dominado durante gran parte de la carrera a los Porsche; en cualquier caso siempre fue respetado por sus rivales que lo consideraban todo un caballero tanto dentro como fuera de la pista. Alfonso generalmente no destacó en los Gran Prix (aunque quedó 2º en el GP de Gran Bretaña del 56) siendo más un piloto de Sport, modalidad en dónde acumuló varias victorias y puestos de honor, llegando incluso de estar a punto de arrebatar la victoria al gran Fangio en Cuba 57 (no pudo ser, debido a un problema en la alimentación del vehículo), llegando a afirmar el gran campeón argentino que Alfonso era el que realmente había ganado la carrera.

Alfonso contó con la ventaja de no tener problemas económicos (tenía múltiples negocios que se encargaba de gestionar su madre y, posteriormente, en la época en que formó parte del equipo oficial Ferrari ganaría unos 40.000 dólares anuales), pudo comenzar en el mundo de las carreras comprándose su propio coche y contando con buenos técnicos dispuestos a aconsejarle; sin embargo, a pesar de no llegar a cumplir con su sueño de ser campeón del mundo, consiguió hacerse un hueco entre los mejores en muy poco tiempo y, probablemente, si no hubiera sido por su trágico accidente y con permiso de Fangio, podría haberlo conseguido. Moss llegó a decir “Fon quería divertirse, y esta es una de las razones por las que el público le amaba. Siempre estaba de broma”.


Enzo Ferrari le forzó a correr la Mille Miglia del año 57, una de las pruebas más prestigiosas de la época, en la larga recta de Guidizzolo, a unos 50 kilometros de la meta cuando iba en tercero a unos 250 kilómetros por hora le reventó una rueda, lo que provocó el descontrol del vehículo, el cual después de una serie de agresivos bandazos y vuelcos invadiendo las cunetas se desintegro; fallecieron Alfonso, su compañero Ed Nelson y nueve personas del público; mom. Esta gran catástrofe supuso una gran conmoción en el país y el gobierno prohibió nuevas ediciones dela prueba. Dicen que debido a los hechos Enzo pasó varios días sin hablar con nadie; los que lo conocieron dicen que quería mucho a Alfonso al que cariñosamente llamaba “el gitano”.



Como consecuencia de su forma de ser, la prensa constantemente afirmaba que no tenía miedo a la muerte sin embargo en una entrevista realizada para un informativo deportivo dijo sonriendo: "Esta es una carrera fácil, en cierto modo. Sólo hay una curva de verdad rápida. Pero las curvas cerradas, la manera en que castigan los frenos... una carrera que no me gusta es la Mille Miglia. No importa cuánto entrenes, posiblemente nunca conocerás 1000 millas de carreteras italianas tan bien como los italianos. Y como dice Fangio, si tienes dos dedos de frente, en realidad no puedes conducir rápido. Hay cientos de curvas donde el más pequeño error del piloto mataría a 50 personas. No puedes evitar que los espectadores no se agolpen junto a la carretera, no podrías impedirlo ni con el ejército. Es una carrera que espero no correr nunca"


Posteriormente escribió a su amiga Dorian Leigh y le contó lo siguiente: "Como sabes, yo no quería correr la Mille Miglia. Entonces Ferrari me dijo que tenía que hacerlo, por lo menos en un coche de Gran Turismo. Más tarde me dijeron que tenía que hacerlo en un 3800 cc sports car. Eso significa que mi "muerte prematura" bien puede acontecer el próximo domingo". “Si muero mañana habré vivido 28 años marvillosos”.