martes, 29 de diciembre de 2009

LA VIDA Y LAS PARTIDAS DE CARTAS


En estas fechas en las que es habitual pasar tardes enteras jugando al rabino o a otros juegos similares; me he planteado que la vida metafóricamente hablando puede ser comparada a una partida de cartas, así que a continuación os canto aunque creo que no llegan mis cuarenta pensamientos.

En la vida nos tocan unas cartas y éstas son las que son, aunque con talento se pueden llegar a mejorar e incluso aprovechar al máximo sus cualidades; en la vida es importante conocer a tus enemigos, no lo es menos conocer a tus aliados; en la vida es importante pensar antes que jugar, lo mismo que deberiamos de hacer cotidianamente antes de actuar; en las partidas de cartas el tramposo es sancionado, repudiado y desacreditado, lo mismo que en la vida real; en la partida a veces se ha de sacrificar cosas para conseguir un objetivo, igual que en la partida podemos hacer lo propio con algunas bazas; en la partida se pagan los despistes y las relajaciones, esos puntos que se escaparon pueden dar la vuelta a la partida, igual que en la vida cuando se dejan pasar los trenes que ya no volverán; en la vida es importante saber ganar, pero no lo es menos saber perder; en la partida no hay que cerrarse a una jugada, suele ganar el que está abierto a varias posibilidades siempre que sean viables y no se cierra a hacer escalera de color, ni se lanza a lo loco al ataque con una simple pareja; en la vida como en la partida es importante observar el ritmo, las circunstancias y el momento que nos rodea porque entonces puede ser suficiente esa pareja de cuatros para ganar; y, sobre todo, en la vida como en las cartas se ha de pensar en futuro, no haciéndolo sólo en la baza sino en la partida.

No obstante si a pesar de todo no has ganado, siempre te quedara ese saborcillo de que a pesar de todo has jugado bien.