domingo, 5 de abril de 2009

ALFONSO DE PORTAGO: PILOTO DE FERRARI


En el cine abundan películas que realmente son nuevas versiones de la misma historia; a veces me pregunto cuantas películas hay sobre la sensacional obra de Dumas Los Tres Mosqueteros, sobre el hundimiento del Titanic, sobre el intento del asesinato de Hitler por el coronel Stauffenberg, sobre los 007 o sobre Drácula; en otras ocasiones repiten continuamente secuelas cuando la película ha funcionado en taquilla, los Superman, los Batman, los Rocky, los Bourne. Continuamente los cineastas repiten historias, nos cuentan casi lo mismo con nuevos puntos de vista, muchas veces con más medios; unas veces consiguen una obra maestra, otras veces intentan conseguir la recaudación esperada; repiten lo que ha gustado a la gente, así ya se aseguran de cierta manera parte del camino para que su película sea un éxito. A continuación cuento una historia real que quizá les pueda servir de inspiración.

El otro día me dirigía por motivos de trabajo a Mallorca y se me ocurrió coger una de estas revistas del avión, en ella leí un artículo, que aunque no muy extenso, despertó intensamente mi curiosidad. El artículo trataba sobre la vida de un joven aristócrata español que conducía para Ferrari en los años 50; que corrió contra los grandes pilotos de carreras de su época, entre los ellos el británico Stirling Moss y en el argentino Juan Manuel Fangio, considerado este último por muchos expertos como el mejor piloto de la historia de la F 1 (algo así como lo que sería Di Stéfano en fútbol); y, que murió trágicamente disputando la emblemática Mille Miglia.


Se llamaba Alfonso Antonio Vicente Eduardo Angel Blas Francisco de Borja Cabeza de Vaca y Leighton Carvajal y Are, XVII Marqués de Portago, XIII Conde de la Mejorada y Grande de España, más conocido por su título de marqués de Portago o simplemente como ‘Fon’ de Portago (nacido el 11 de octubre de 1928 en Londres - fallecido el 12 de mayo de 1957 en Guidizzolo, provincia de Mantova (Italia) disputando la Mille Miglia) Su abuelo fue ministro de obras públicas y alcalde de la villa de Madrid, su padre fue un héroe en la guerra civil española, deportista, incluso actor y amigo personal de Alfonso XIII, tanto es así que el propio rey fue padrino de bautismo de Alfonso.




Alfonso no tenía la necesidad de trabajar y buscó en el deporte el autentico sentido de su vida, practicando diversos deportes tenis, golf, bobsleigh (junto con su primo Vicente Sartorius, quedó cuarto en los juegos olimpicos de invierno del 56 y tercero en el mundial del 57), polo, esgrima, boxeo, carreras de caballos (llegó a ser un gran jockey, fue campeón de Francia amateur en tres ocasiones y participo en dos ocasiones en el Gran National de Aintree). También era pilotó de aviones e hizo proezas, en una ocasión tras apostar 500 dólares consiguió pasar su avioneta por debajo del puente de Londres.


En 1.953, uno de sus amigos norteamericanos, Edmund Nelson, le introdujo en el automovilismo; posteriormente conoció a Luigi Chinetti, importador de Ferrari para los Estados Unidos, el cual le propuso correr con él la Panamericana de México del 53, a pesar de que Alfonso no condujo un solo kilómetro le encantó la experiencia y a partir de ese momento las carreras de coches fueron su pasión. Su paso siguiente fue comprar un Ferrari Sport de 3 litros y se inscribió en los 1.000 kilómetros de Argentina del 54, carrera en la que termina segundo gracias a que la mayor parte del trayecto condujo su compañero Harry Shell; sin embargo y a pesar del buen resultado Alfonso se da cuenta de que no sabe conducir a este nivel; vende el Ferrari compra un Maseratti de 2 litros y decide aprender, progresando rápidamente, hasta el punto de que ese mismo año gana el Gran Premio de Metz del 54.



Alfonso siguió corriendo sin formar parte del equipo oficial de Ferrari, intercalando grandes intervenciones con varios accidentes no muy graves; Enzo Ferrari, Il Comendatore, después de rechazarlo en varias ocasiones, en el año 1.956 le invita a formar parte del equipo oficial, junto al gran Fangio, accediendo así a participar en los grandes premios.


Alfonso era alto, guapo, tenía fama de seductor y de playboy (tuvo romances sonados con mujeres famosas de la época, entre ellas con la actriz Linda Christian o la modelo Dorian Leigh) a pesar de estar casado con una mujer noteamericana (la misma nacionalidad que su madre), llevaba el pelo más bien largo, lucía barba de dos días, fumaba, vestía un tanto desaliñado, era habitual verle vistiendo una cazadora de cuero negro, pese a ello, al oírle hablar, se le notaban sus orígenes aristocráticos, en ocasiones tuvo peleas por defender a damas (en una ocasión un vehículo paso a juicio de Alfonso muy cerca del pie de su guapa acompañante, Alfonso le tiró un cigarrillo encendido al conductor el cual bajo del vehículo y terminaron peleándose; la trifulca terminó en los tribunales dónde Alfonso se defendió a si mismo), en su última carrera camino de Brescia paró en Roma dónde pudo estar unos instantes con Linda Christian que le despidió con un beso, en su funeral coincidieron ésta junto a su viuda. Como piloto era agresivo, arriesgado, rápido y, aunque a veces cometía errores, daba espectáculo; hasta el punto que llego a ser apodado “el piloto loco”, tras salirse de la pista en Nürburgring 56 (GP de Alemania) después de haber dominado durante gran parte de la carrera a los Porsche; en cualquier caso siempre fue respetado por sus rivales que lo consideraban todo un caballero tanto dentro como fuera de la pista. Alfonso generalmente no destacó en los Gran Prix (aunque quedó 2º en el GP de Gran Bretaña del 56) siendo más un piloto de Sport, modalidad en dónde acumuló varias victorias y puestos de honor, llegando incluso de estar a punto de arrebatar la victoria al gran Fangio en Cuba 57 (no pudo ser, debido a un problema en la alimentación del vehículo), llegando a afirmar el gran campeón argentino que Alfonso era el que realmente había ganado la carrera.

Alfonso contó con la ventaja de no tener problemas económicos (tenía múltiples negocios que se encargaba de gestionar su madre y, posteriormente, en la época en que formó parte del equipo oficial Ferrari ganaría unos 40.000 dólares anuales), pudo comenzar en el mundo de las carreras comprándose su propio coche y contando con buenos técnicos dispuestos a aconsejarle; sin embargo, a pesar de no llegar a cumplir con su sueño de ser campeón del mundo, consiguió hacerse un hueco entre los mejores en muy poco tiempo y, probablemente, si no hubiera sido por su trágico accidente y con permiso de Fangio, podría haberlo conseguido. Moss llegó a decir “Fon quería divertirse, y esta es una de las razones por las que el público le amaba. Siempre estaba de broma”.


Enzo Ferrari le forzó a correr la Mille Miglia del año 57, una de las pruebas más prestigiosas de la época, en la larga recta de Guidizzolo, a unos 50 kilometros de la meta cuando iba en tercero a unos 250 kilómetros por hora le reventó una rueda, lo que provocó el descontrol del vehículo, el cual después de una serie de agresivos bandazos y vuelcos invadiendo las cunetas se desintegro; fallecieron Alfonso, su compañero Ed Nelson y nueve personas del público; mom. Esta gran catástrofe supuso una gran conmoción en el país y el gobierno prohibió nuevas ediciones dela prueba. Dicen que debido a los hechos Enzo pasó varios días sin hablar con nadie; los que lo conocieron dicen que quería mucho a Alfonso al que cariñosamente llamaba “el gitano”.



Como consecuencia de su forma de ser, la prensa constantemente afirmaba que no tenía miedo a la muerte sin embargo en una entrevista realizada para un informativo deportivo dijo sonriendo: "Esta es una carrera fácil, en cierto modo. Sólo hay una curva de verdad rápida. Pero las curvas cerradas, la manera en que castigan los frenos... una carrera que no me gusta es la Mille Miglia. No importa cuánto entrenes, posiblemente nunca conocerás 1000 millas de carreteras italianas tan bien como los italianos. Y como dice Fangio, si tienes dos dedos de frente, en realidad no puedes conducir rápido. Hay cientos de curvas donde el más pequeño error del piloto mataría a 50 personas. No puedes evitar que los espectadores no se agolpen junto a la carretera, no podrías impedirlo ni con el ejército. Es una carrera que espero no correr nunca"


Posteriormente escribió a su amiga Dorian Leigh y le contó lo siguiente: "Como sabes, yo no quería correr la Mille Miglia. Entonces Ferrari me dijo que tenía que hacerlo, por lo menos en un coche de Gran Turismo. Más tarde me dijeron que tenía que hacerlo en un 3800 cc sports car. Eso significa que mi "muerte prematura" bien puede acontecer el próximo domingo". “Si muero mañana habré vivido 28 años marvillosos”.