domingo, 11 de octubre de 2009

BREVE DESAYUNO CON DIAMANTES

La película describe la vida de su bellísima protagonista inmersa en un mundo artificial a modo de alocada felicidad, hasta que termina profundizando en el personaje, adentrándose en su interior, mostrándonos su dolorosa soledad, su vacío y sobre todo sus ganas de compartir.

El ser humano llega a veces a engañarse debido a estar muy pendiente de las apariencias; desde luego no creo que sea recomendable pasearnos por la vida mostrándonos desnudos, sin ninguna coraza que proteja nuestro interior, pero hay personas que llegan a creerse su propia apariencia y hacer de sí mismos un personaje que ellos mismos se han confeccionado, por eso creo que es esencial no engañarnos y conocernos a nosotros mismos, hemos de saber lo que somos y lo que queremos, sólo así dispondremos de la información suficiente para poder dirigir nuestra vida.

Conocernos a nosotros mismos y saber lo que queremos supone tener una exactas cartas de navegación y una eficiente brújula con la que navegar. Lo del barco ya es otra cosa.

La película recibió el Oscar a la mejor canción original, no es de extrañar ya que la banda sonora es una de las más bellas del cine; oírla supone consuelo, esperanza, la vuelta a la cotidiana vida real y sobre todo sensación de que, a pesar de todo, lo estás haciendo bien.